Por Horacio Nolasco.- La suspensión de jugadores ha vuelto como una sombra oscura a cubrir los titulares en el béisbol de Grandes Ligas.

La  publicación anoche de la  suspensión por  80 partidos  de Dee Gordon ha sido un balde de agua para las Mayores y un equipo como los Marlins de Miami,  quienes  año tras año están en reconstrucción.

El hijo de Tom-Flash-Gordon fue suspendido 80 juegos al dar positivo al uso de  testosterona exógena y clostebol. El  jugador ganó el título de bateo de la Liga Nacional la pasada temporada con un promedio de .333 y en enero firmó un contrato de cinco años y 50 millones de dólares con  los Marlins.

En sus seis temporadas en las mayores  Gordon ha participado en dos Juegos de las Estrellas y el año pasado logró los premios de Guante de Oro y Bate de Plata. También ganó el premio de Jugador Defensivo del Año y en  el 2014 y 2015 fue el líder de robos de las Grandes Ligas.

Lo llamativo del caso es que hasta la pretemporada del 2016 todos los casos positivos por uso  de esteroides estaban ligados a jugadores latinos, sobretodo a pelotero dominicanos. Los jugadores de Ligas Menores eran hasta ahora los peces que picaban el anzuelo, uno decía que lo hacían por sus escasos   ingresos y que no podían adquirir ¨complementos nutricionales¨ de categoría por sus bajos salarios y por no llevarse de las orientaciones de sus dirigentes y consejeros.

Las cosas han cambiado en menos de un mes y ahora los jugadores ligados al uso de sustancias prohibidas son blancos o norteamericanos. El primer jugador blanco  suspendido este año fue el lanzador de los Filis Daniel Stumpf. La semana pasada le tocó el turno  al inicialista  de los Azulejos Chris Collabello, en ambos casos suspendidos 80 juegos (antes habían sido castigados los dominicanos Abraham Almonte y Jenrry Mejía, este último suspendido de por vida).

Las cosas parece que no se quedarán ahí.  El as de los Cachorros de Chicago Jake Arrieta ha sido mencionado por diferentes medios como un usuario de esteroides. Hace apenas un par de días el ganador del Cy Young, y quien no pierde un partido desde el 25 de julio del año pasado, negó rotundamente su relación al uso de estimulantes. Independientemente de que esté limpio o no, el veneno de las dudas ya esta inoculado.

El béisbol está en su mejor momento económico, con un nuevo Comisionado, nuevas reglas, un salario promedio  de los jugadores sobre los 4.0 millones de dolares, sin embargo el dopaje de Gordon, un jugador de categoría en las Mayores, el rumor sobre Arrieta y otros casos que saldrán a la luz pública,  comienzan nueva vez a cubrir con su manto a las Grandes Ligas.