Horacio Nolasco/ El Papá Del Béisbol.

El Béisbol de Grandes Ligas ha perdido el respeto al dinero, similar a  las megadivas de la televisón dominicana que no respetan hombres, vehículos ni nada.

Esto lo decimos porque en el mes de diciembre pasado un equipo sin prosapia, de segunda división aunque con dinero como los Marineros firmó contrato con el dominicano Róbinson Canó   a un monto  de 240 millones de dólares por diez años. En ese momento pensamos que el mundo tocaría fondo.

Si nos remontamos un tanto al pasado, los dos contratos de Alex,El Chupi-Chupi, Rodríguez, este señor que ha hecho todo tipo  de truchimañerías, pactó hasta hace unos días los dos contratos más jugosos en la historia del juego. 252 millones con Texas en el 2001 y una extensión de 275 en el 2008 con los Yankees.

Esta semana El Tigre Mayor Miguel Cabrera ha roto con todos los parametros establecidos con un contrato exhorbitante, 248 millones por ocho años, más 44 del 2014-15, totalizando 292 millones garantizados. A eso súmele 60 posibles millones más por dos años si cuando expiere el contrato actual él finaliza entre los diez primeros al premio de Jugador Más Valioso, con 40 años de edad, si lo logra totalizaria 352 milloncitos de los verdes.

Otros contratos jugosos esta temporada no tan muerta, han sido los Clayton Kershaw, 215 millones por siete años, que calculado por temporada es similar  al de Cabrera. Los 155 millones del Japones Masahiro Tanaka, algo exagerado para un hombre que no ha pisado oficialmente un terreno de Grandes Ligas. Los mismos Yankees cuadraron en 153 millones por siete años con Jacoby Elsbury, el Ex bostoniano.

Cuando pensamos que esto pararía ahí, los  Angelinos  pactan con el Supernatural  Mike Trout, un jugador con  apenas dos años  de servicio, pero con un talento aun por explotar, por 144 millones por seis años. Cuando finalize dicho acuerdo Trout será un jugador de apenas 29 años y no duden ustedes que sea el primer jugador con un contrato de 500 millones en las Mayores.

Todo esto se refleja en el costo de las taquillas y proventos en los estadios donde en algunos casos una soda custa cinco dolares y un hot dog siete, esto es mas de mil veces su valor en el mercado.

Ojala y el béisbol con esos mega contratos no termine como la economía mundial y como muchas megadivas, que cuando se les  va el brillo terminan arruinadas.