JUEGO PERFECTO
A sus 41 años el intermedista criollo montó un espectáculo con su nuevo equipo, Los Diablos Rojos del México, al recibir a los emblemático Mulos de Bronx en el país azteca por primera vez desde 1968.
Canó fue la figura de la miniserie de dos partidos a casa llena en la capital mexicana. Desde la postemporada pasada en Lidom el dominicano no ha parado de batear, siendo actualmente el principal jugador de la Liga Mexicana de Béisbol, evento que arrancará el 11 de abril.
Hasta mayo del 2018, tenía 35 años de edad y se veía en forma, nos pavoneamos al señalar que en un futuro cercano tendríamos cuatro jugadores dominicanos con boletos asegurados para el Salón de la Fama: David Ortiz, Albert Pujols, Adrián Beltré y Canó. En ese momento era uno de los jugadores más populares del negocio y un héroe en nuestro país después del título del Clásico Mundial, evento en el que resultó MVP y figura principal.
Sus estadísticas acumuladas lo colocan en un sitial preferencial entre los grandes camareros de todos los tiempos (.301-305-1306). Es el intermedista con más bases por bolas intencionales recibidas (112), solo Jeff Kent lo supera en jonrones (377); tercero en slugging (.488), cuarto en dobles (572), bases alcanzadas (4282) y extra bases (940); quinto en remolcadas, séptimo en OPS (.839), noveno en hits (2639), décimo en promedio de bateo. Todos los jugadores de la posición dos con mejores registros que él son miembros del HOF.
A veces uno no entiende como un jugador con un contrato multianual asegurado, el intermedista que todos los niños deseaban ser, más de 250 millones de dólares en ganancias, un boleto en los bolsillos para el Salón de la Fama hasta mayo del 2018, que volvió a caer en la trampa de las sustancias prohibidas en 2020, suspendido todo el 2021, anduvo rodando en tres equipos en 2022…nos deja el mal sabor de lo que pudo haber sido y no fue.