Horacio Nolasco/El Papá del Béisbol.

En dias recientes conversé con mi gran amigo de la adolescencia Euclides Rosario y Cepeda (Jhunior Pimentel) quien tenía la inquietud de que escribiera algo sobre el béisbol en nuestros años de estudio.

Para esa época, cuando no existía la web, telecable y muy pocos televisores a color. La Gran cadena de la  Calidad  y los periódicos eran el punto de referencia para los que amábamos el juego.

Uno de esos días  de abril, como siempre me correspondia ir a la Ferreteria Nolasco-Radio, propiedad  de mi padre el laureado escritor Francisco Nolasco Cordero, lo primero que hacía era tomar las deportivas del periódico, ubicarme en una esquina del negocio, deseando que no fuera  ningun cliente para leer un titular que ese día me llamo poderosamente la atención: VEINTICUATRO DOMINICANOS INICIARAN EN LA GRAN CARPA.

Era un titular, incluido sus terminos, impresionante en ese momento veinticuatro dominicanos iniciando en Las Mayores sino era un record estaba cerca. La tropa criolla era encabezada por la superestrella Pedro Guerrero, Julio Franco, Joaquín Andujar, Mario soto, Tony Peña, Guelo Diloné, Cutá Perez, Rafaelín Ramírez, Alfredo Griffin,Dámaso García y dos jóvenes prospectos  de los Yankees que estuvieron debutando la primera semana de la temporada y luego fueron cambiados a los Atleticos, José Rijo, luego MVP de la Serie Mundial de 1990 con los Rojos y Stanley Javier, quien jugaría por 17 años en las mayores.

Guerrero sería el primer dominicano en firmar un contrato con ganancias  de un millon de dolares por temporada, en una época que la agecia libre comenzaba por sus fueros y el béisbol comenzó a cambiar con la construccción de modernos estadios como el Astrodome, por cierto un bar en Pimentel llevaba ese nombre donde nos iniciamos en las lides de la farandula,la grama artificial y los grandes contratos publicitarios  convertirían el béisbol en un super negocio.

Para esa fecha Dominicana sólo había conseguido dos premios importantes , el Novato del Año compartido de Griffin en 1979 y el MVP de la Serie Mundial de Guerrero en el 81 compartido con otros dos jugadores.

Ese año me convertí en fanatico de Detroit, equipo que consiguió el campeonato,  dirigidos por Sparkie Anderson, mas una serie de luminarias que incluian a Lou Whitaker, Alan Tramel, Kirb Gibson, Jack Morris y el Cy Young y Más Valioso Guillermo-Willie-Hernandez.

Hace ya treinta años de eso y parece como si el tiempo se quedara suspendido en un sueño y más cuando el mismo tiene que ver con mi pasión, el béisbol.